Las buenas historias de soluciones…
… Se enfocan más en lo que sucede que en quién lo hace.
Las buenas historias del periodismo de soluciones tienen personajes, como cualquier otra historia. Pero por lo general la obra es el personaje principal.
... responden muchas preguntas acerca del “cómo”.
Además de las cinco preguntas básicas del periodismo (quién, qué, cuándo, dónde y por qué), se preguntan el cómo. Ahondan en los pequeños detalles de cómo ocurre el cambio. David Bornstein, cofundador de la SJN, así lo explica: “Cuando entrevistaba a gente para mi libro El precio de un sueño: La aventura de Muhammad Yunus y el Grameen Bank, solía llevar una lista de 60 preguntas acerca del “cómo”. ¿Cómo financió esta idea? ¿Cómo se dio cuenta de que la gente devolvería el dinero prestado? ¿Cómo decidió hacer que los grupos tuvieran cinco miembros? ¿Cómo reaccionó cuando los mulás intimidaron a los prestatarios?”.
... no huyen de los detalles.
Cuando Peg Tyre escribió su artículo “La revolución de la escritura” (The Writing Revolution), donde analizaba cómo un plan de estudios basado en la escritura había generado impresionantes mejorías en las calificaciones de los exámenes de una escuela secundaria de Staten Island, sus editores en The Atlantic cuestionaron inicialmente que la especificidad que quería incluir no fuera muy atractiva y alejara a los lectores. “En absoluto”, respondió Peg. “Es como con ‘House’, la serie de televisión. Los detalles dan vida a la historia”. Hemos visto historias orientadas a soluciones donde los detalles con frecuencia añaden interés y credibilidad.
... sitúan a los personajes en escenas.
Las historias orientadas a soluciones suelen enfocarse menos en las cualidades intrínsecas de un personaje (por ejemplo, el altruismo o la valentía) y más en lo que este hace. Muestre a los personajes tratando de resolver un problema, así sea que fracasen o tengan éxito. Muestre los resultados que obtienen y cómo eso los diferencia de lo que otros hacen. Muestre qué se puede aprender de eso. Esto tiene el beneficio agregado de proporcionar escenas dinámicas y una narrativa poderosa.
... mantienen enganchado al lector creando tensión.
Toda buena historia necesita tensión, pero no es necesario que provenga del enfrentamiento entre dos lados, como es tan común que ocurra en los medios de comunicación actuales. En las historias orientadas a soluciones, la tensión raramente se encuentra en la pregunta “¿Lo lograrán?”. En general, eso está implícito en el titular o en la bajada. En cambio, la tensión se logra respondiendo las preguntas “¿Cómo resolverán este problema que tantos otros no supieron solucionar? ¿Cómo vencen los obstáculos que hay en su camino?”.